miércoles, abril 29, 2009





Me embarqué en la locura
de amarte cada día
como una obertura
de hermosa sinfonía

Como la ola que llega
y con suave vaivén
que mece y que brega
y toma un rehén

Que lo aprisiona, lo abraza
en lentos arrullos
como frágil barcaza
con luminosos cocuyos

Después lo deja ir
anhelante y lloroso
para que pueda dormir
para que sueñe amoroso

Y así enamorada
de su bello cautivo
que se embarcó de locura
que se lleno de motivos