Nostalgia sin tristeza

Te extrañaría aunque no te hubiera conocido...

Me haces falta tú
mirar tu sonrisa
quererte, saberte
despacio sin prisa.

Entre tus brazos perderme
arrullarme en tus latidos
y que asumas aún sin verme
a regalarme tus suspiros.

Azul es la añoranza
que tu ausencia me provoca
lánguida como una danza
y como un beso en la boca.

Sin tristeza melancolía
de tus palabras extrañar
y de toda la alegría
de volverte a escuchar.

Desde el alba que ilumina
con el sol en su camino
mi esperanza adivina
el dulcísimo destino.

Te quiero cada día más
y por la tarde te pienso
y en la noche cuando rías
te daré amor inmenso.

Luna seductora

Para quien ve a la luna
con amorosa mirada
abrazada en su ternura
y por su brillo acariciada...

Envidio el níveo albor
que cada noche ilumina
con suspiro seductor
al errante que camina.

Que la busca en el cielo
más allá del horizonte
para mirarla sin duelo
allí a pie de monte...

Para entre suspiro y lamento
soñarse entre sus brazos
y con un dulce acento
estrechar aquellos lazos.

Así en cada noche
acompañada de estrellas
como cristal en derroche
sus reflejos dejan huellas.

Para guiar con embeleso
quererse con tanta ternura
para sólo y en un beso
adorarse con dulzura.

Es la luna luminosa
y el amante que la mira
con actitud amorosa
como el aire que respira

Y la desea al anochecer
como loco enamorado
sin que se pueda esconder
bajo aquel cielo estrellado.

Colibrí mío...

A quien si no a ti…
desde siempre he esperado
mi hermoso colibrí
hoy por fin has llegado!

De allá de lejanas tierras
esgrimiendo tu palabra
entre verdades eternas
y un resquicio que se abra.

Más de una puerta tocaste
y algunas te dejaron mirar
pero no te quedaste
tenías que navegar...

El viento te llevó al norte
te hizo conocer al sur
al este como soporte
y al poniente en un albur.

En las arenas del tiempo
en los avatares de la vida
en el pensar que a destiempo
la felicidad fuera eximida.

Pero hoy, ahora y aquí
en una anhelante sonrisa
tu vuelo bello colibrí,
el puerto ya se divisa.

Después del aleteo intenso
el reposo te reclama
con todo el amor inmenso
de un corazón que te ama.

Adivinándote

Miraba aquella fotografía
de tan franca sonrisa
y con mucha osadía
me permití soñar de prisa.

Imaginaba un jardín
inmenso lleno de flores
entre rosas y jazmín
al amor de mis amores.

Algo atraía su mirada
y se notaba pensativo
¿quizá una mariposa alada?
¿o un pensamiento esquivo?

Tal vez imaginaba un beso
un abrazo apretadito
aquel que te haga preso
aunque sea solo un poquito…

Cautivo de mi abrazo
encadenado a mi piel
a tus deseos sin recato
como el lienzo al pincel.

Tatuados quiero tus labios
en cada parte de mi ser
para pertenecerte
del sol al atardecer.

Soñaba y te miraba
que tu boca conocía
que a tu cuerpo me apretaba
y que tu piel era mía.