“Divertida declaración”

También de la novel autora Yaz.

Ella entra tranquilamente a su habitación y ahí esta él, se cierra la puerta por una ráfaga de viento.
Se han quedado solos, ella no puede contenerse, tiene que tomarlo, no puede evitarlo, se va acercando poco a poco mientras lo despoja de esa molesta franela que lo cubre, que los separa de ese contacto que ella tanto había anhelado durante el día.
Se había convertido en más que una diversión, en más que la gula, que la lujuria incluso, era una necesidad indescriptible.
Debía superarse a sí misma y él era una gran forma de hacerlo, sólo con él lo lograría, era el único que podía ayudarla.
Siempre estaba ahí cuando ella quería verlo, usarlo…
Vociferando maldiciones de vez en cuando, por alguna caída o una vida perdida.
Sólo con él lograría llegar al final de esa obsesión.
Sólo con él llegaría a la meta.
Esta a punto de comenzar ese gran, hermoso y excitante viaje…
Esta a punto de llenar esa necesidad, como cuando a un vagabundo le das alimento del cielo.
Pero se ve interrumpida en su camino, alguien tocaba la puerta.
¿Quién podría ser ese cruel ser que la privaba de tan gloriosa dicha?
Se gira a la puerta perpleja ante tal osadía.
-¿Quién es?-pregunta nerviosa ante el hacho de ser descubierta con él.
-¿Qué haces?- pregunta una voz femenina claramente enojada.
-Nada-contesta ella inocentemente mientras se escabullía a la puerta para ponerle seguro, pero fue demasiado tarde.
La persona del otro lado abrió la puerta y ella no pudo más que bajar la cabeza avergonzada.
-Te dije que tenías castigado el play.-le dijo su madre con severidad.-Cúbrelo y baja a comer.
-Si mamá.-contesto ella con fastidio, tomo la franela y volvió a cubrirlo como estaba.