En la penumbra de mis sueños
surge tu presencia en arrobo
con la mirada en hechizo
y a punto de estallar el beso.
Me ciño a ti con el ansia
de sentirte y de tenerte
para envolverme en tu aliento
para fundirme en tu cuerpo.
Y ahí entre dormir y soñar
vuelves a ser de mi
de pertenencia absoluta
de amor incondicional.
Así cada madrugada
y a punto de llegar el alba
te vas para regresar
con el alma en la mañana.
Para envolverte de estrellas
acompañarte de luna
y de puntillas sin huellas
venir a mecer mi cuna.
domingo, octubre 22, 2006
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